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Viaje por Italia (5) por A. de Azcárraga
Continuamos a compartir con vosotros las vivencias de éste viajero conocedor, curioso y simpático que recorrió Italia cincuenta años atrás...Gracias por vuestra compañia a lo largo de estos años...
(...) ¡Dónde hubiera ido a parar toda esta gente – artistas, mecenas y pontífices – en un régimen
comunista, execrador del culto a la personalidad! Rápidamente a un campo de concentración, donde
se hubieran encontrado, de haber vivido tambien entonces, con Diógenes Laercio, Plutarco, Vasari,
Carlyle, Ludwig, etc. (...)
El Renacimiento italiano exalto al máximo las personalidades valiosas, sus obras y acciones. Cellini
cuando expuso su Perseo, recibió el primer dia veinte sonetos laudatorios.
Y por cierto que en la fundición de esta escultura estuvo a punto de fracasar. El mismo relata que, al ver que le faltaba metal cuando deslizaba por el molde, arrojó en el crisol unas bandejas de plata que halló a mano.
Pasé algun tiempo en la Loggia de los Lanzi contemplando las demás esculturas que alberga, menos famosas que el
Perseo, aunque en mi opinión,mejores.
Entre ellas, el Rapto de las Sabinas, del flamenco italianizado Juan de Bolonia. De él es también la
estatua ecuestre que representa a Cósimo el Viejo, sita al otro lado de la plaza, ante el cual estuve
parado un buen rato; no ya por admiración a la escultura, sino para tributar así, con disimulo, mi
pequeño culto al viejo Medici. Creo que lo merece, por haber sido el primero en redescubrir el mayor
tesoro que nos negó la Antigüedad: la filosofia platónica.
Para acercarme a Cósimo hube de pasar ante la fuente de Neptuno, que está en el centro de la plaza.
Apenas la miré; pero al día siguiente recordaría una de sus esculturas al ver cierto cuadro del museo
de los Uffizi, la Madonna del Collo Lungo, de Parmigianino. Un reuerdo por asociación, más que de
ideas, de formas plásticas. La figura de la fuente y la Virgen del cuadro tenía parejo alargamiento y
sinuosidad, análoga longitud contorsionada – serpentinata, dicen los italianos --; características propias
del comun estilo de sus autores, pues el escultor de la fuente, Ammannati, era otro manierista como
el pintor.
Precisamente una de las cosas que me sorprendieron en mi viaje, fue la superabundancia de la
producción manierista italiana. Sorpresa natural para el no especializado, pues son los artistas del
Renacimiento y el Barroco los que acaparan – con evidente justicia, ésta es la verdad –las páginas
de los textos y publicaciones de arte, sin dejar espacio apenas a los manieristas.
No lejos de la fuente, en el pavimento de la plaza, ví una baldosa redonda con una inscripción conmemorativa.
Decía que en el mismo lugar hace cuatro siglos y medio, „por inicua sentencia fue ahorcado y quemado" el fraile Jerónimo
Savonarola.
Si lo de „inicua sentencia", se refería sólo a su ejecución, no digo nada, porque la pena capital es
cosa fuerte; pero si lo que se pretendía sugerir es su inocencia ya es otro asunto. Savonarola, como
todo puritano fanático, era un hombre funesto, como lo fueron el rígido Calvino, el implacable
Torquemada, el incorruptible Robespierre y tantos otros que podriamos añadir a la lista. Todos
estos tipos, antigüos o modernos, que creen poseer, ellos solos, la verdad absoluta, son pájaros de
cuenta y, (...) convendría encerrarlos en jaulas.
(...) En el muro lateral del Palacio Viejo hay otra lápida fechada en no recuerdo qué día de agosto de 1944, el de la entrada de los aliados en Florencia.
El texto de la inscripción, retorcido y enfático, asegura que la ciudad no les fue „dada" a los florentinos, „sino reconquistada a precio de ruinas, de tortura, de sangre por insurrección del pueblo", por victoria de los ejercitos aliados, sería el más resolutivo en la conquista de la ciudad a los alemanes.
La vacua prosa de Gabriele D'Annunzio y la retorica fascista no han sido extirpadas todavía.
(...)Visité luego la capilla de Santa Croce, una iglesia que constituye, aunque sin título oficial, el
panteón de las glorias italianas, pues allí abundan los mausoleos de italianos ilustres: Canova,
Rossini, Maquiavelo, Galileo, Miguel Angel, Dante...Algunos de estos mausoleos, como los de
Rossini o Dante, están vacíos; son más monumentos que tumbas. Lo más interesante de esta iglesia son los
frescos de Giotto, por desgracia mal conservados. A Giotto hay que verlo en Padua y cuando llegue a esa ciudad les hablaré
de él.
Junto a la iglesia estan la capilla y claustro de los Pazzi, magnas realizaciones de Brunelleschi.
Capilla y claustro son de una armonía tan equilibrada y melodiosa que basta entrar en ellos para
sentirse invadido de serenidad. Todos los elementos arquitectónicos guardan entre si la
correspondencia y el ritmo de la buena música, de la poesía. Parecen, no creo exagerar, soneto
o fuga petrificados. Brunelleschi era un genio y afortunadamente, Florencia esta marcada con su
sello. Fue el primer artista que vió publicada en vida su biografía, un honor que mereció sin duda.
Cuando pasé de nuevo, ya anochecido, por las plazas de la Señoria y el Duomo me sorprendió gratamente su moderada iluminación, que es la apropiada para conjuntos urbanos de esta clase. En ciudades artísticas no convencen los excesos luminotécnicos. (...)Sería una buena idea enviar a Florencia a los encargados de nuestra iluminación urbana.
Y, para aprovechar la expedición e igualmente con fines instructivos, agregar un buen número de
guardias ordenadores del tráfico. Florencia, excepcional en tantas cosas, también lo es por lo que a
sus urbanos se refiere, motivo por el que ahora les quiero hablar un poco de ellos.
Aunque bien vestidos, los urbanos italianos no son, desde luego, tan arrogantes como los de Montecarlo; pero les ganan en teatralidad y elegancia de movimientos. Sus manos, sus brazos, su cuerpo todo lo giran y flexionan con tan plástica y rítmica expresividad que se diría que han sido adiestrados en una academia de mímica y ballet.
Los autos, que –aún lo repetiré más veces – en Italia van velocísimos, tangentean su figura y les pasan
increíblemente próximos, afeitándoles literalmente. Como estos guardias son siempre muy jóvenes,
pensé al principio que eran los autos los que se encargaban de que ninguno alcanzara la madurez;
hipótesis errónea, pues en Italia hay relativamente, pocos accidentes, como en otra ocasion explicaré.
La razón de la juventud debe estribar en que, pasada ésta, no es posible tener la rapidez de reflejos que requiere la
circulación tan endiablada, ni la estética de movimientos que, sin duda, exigen las ordenanzas municipales.
El guardia de la calle de Tornabuoni me redordaba el Perseo de Benvenuto y el que dirigía el tráfico
ante el puente de la Trinidad tenía un movimiento de brazos que para si lo quisiera Leonidas Massine.
Yo me paraba ante los guardias en las horas punta porque sus actitudes me fascinaban.
Sobre todo cuando hacían a los autos cierto gesto con la mano, entre imperioso y despectivo, que un
madrileño de Lavapiés hubiera interpretado como un largo ya, panoli!; o ese otro gesto, felino y
espectacular, con el que iniciaban suavemente la vuelta para terminar con un ademán rápido y enérgico – quietos!-- con el
que detenían en seco la corriente circulatoria.
Tal vez ustedes me tilden de papanatas, y tal vez sea ésta, en efecto, mi verdadera vocación: yo
también soy capaz, como le sucedía no sé a quién, de pasarme una hora frente a una tapia tras la
cual dicen que está ocurriendo algo que no se ve.
Pero, piensen ustedes de mí lo que gusten, si algún día van a Florencia, no dejen de observar a un
guardia urbano en el pleno ejercicio de sus funciones. Merece la pena. "
(De: "Viaje por Italia" A. de Azcárraga. Resúmen a cargo de la Redacción del Blog, versión libre)
La Laguna (55) per N. Cataldo
Ciao a tutti e buona festa dei lavoratori!
Vi scrivo, infatti, dal salotto di casa in queste ore post siesta del primo giorno del mese di maggio.
Che ci faccio a casa oggi? Sto recuperando tutte le energie consumate durante la massacrante,
ma bellissima giornata di ieri.
Come vi avevo accennato nel blog del mese scorso, nell'ultima domenica del mese di aprile ho partecipato per la prima volta ad una mezza maratona e non solo ho portato a termine i ventuno chilometri e novantasette metri previsti dal tracciato, ma ho anche realizzato un buon tempo restando al di sotto delle due ore.
È stata davvero una gran bella esperienza facilitata dall'aiuto e dalla compagnia del mio amico granadino Juan che aveva già fatto qualche mezza maratona e con il quale ho percorso i primi dieci chilometri della gara.
Dopo, alla fine del primo dei due giri da dieci chilometri e mezzo, lui voleva aumentare un po' il suo
ritmo, mentre io ho preferito mantenere più o meno lo stesso ritmo durante tutto il percorso. E
allora ci siamo rivisti al traguardo dove mi ha dovuto aspettare per quasi otto minuti ;)
Quando sono arrivato alla meta, mi sono inginocchiato e ho baciato terra come se fossi Cristoforo
Colombo che finalmente tocca terra anche se, a dire la verità, posso dire di essere arrivato abbastanza bene e che alla
prossima occasione cercherò di abbassare un po' i tempi.
E quindi perché ho bisogno di tanto riposo oggi? Perché dopo la gara e una doccia rapida ci siamo
fiondati a Tegueste dove abbiamo partecipato all'annuale Romería di San Marcos. Come al solito,
gran bella atmosfera, divertimento assicurato con gli amici e qualche bicchierino di troppo anche
perché dovevamo festeggiare l'impresa realizzata in matttinata.
E così tra una cosa e l'altra sono andato a letto alle due ed è tutta la giornata che mi muovo tra il letto e il sofà per smaltire un hangover importante accompagnato da un po' di normalissimo e salutare indolenzimento muscolare. In ogni caso, tutto gestibile e domani ritornerò al lavoro come nuovo ;)
Comunque, il mese di aprile non solo si è concluso nel migliore dei modi ma, in generale, è stato abbastanza positivo e divertente. Grazie soprattutto alla visita che ho ricevuto all'inizio della settimana santa.
Infatti, dall'otto al tredici aprile (troppo pochi giorni) è venuto finalmente a trovarmi per la prima volta Davide con il quale è stato un grande piacere fare i soliti giri turistici e condividere tanto tempo.
Lui è uno degli amici storici dei tempi dell'università e abbiamo tantissimi amici in comune tra cui
Michele Puse che era venuto a trovarmi con sua moglie Simona nel mese di febbraio. E probabilmente al ritorno di Davide a Bari, i due avranno potuto confrontare le esperienze fatte a Tenerife dove hanno vissuto momenti simili, ma diversi. Anche con Davide per esempio siamo andati a rendere tributo al Padre Teide e poi a Masca, Punta Teno, Garachico, el Bollullo, Taganana, etc...
E in più siamo anche usciti a correre insieme un paio di giorni. Una volta per San Andrés con successivo bagno a Las Teresitas e un'altra volta dalla parte opposta del lungomare di Santa Cruz, ovvero dalla Plaza de España fino al Parque Marítimo di Santa Cruz.
Questo secondo "allenamento" è stato molto più rilassante perché abbiamo fatto delle soste ad esempio in coincidenza dell'Auditorio di Tenerife per dare un'occchiata ai murales realizzati da un artista polacco e tinerfegno d'adozione sui macigni del lungomare che raffigurano cantanti di fama nazionale ed internazionale o più avanti per vedere le riproduzioni con piastrelle dei cartelli del carnevale dagli anni '60 in avanti o ancora, verso la fine della nostra corsetta, per fare un giro nel Rastro.
L'ho anche portato in una delle mie librerie preferite di Santa Cruz, aperta anche la domenica e che
vende soprattutto libri usati in collaborazione con il mercato della capitale dell'isola. Evidentemente
ci siamo anche concessi una serata di quasi baldoria a La Laguna che si è conclusa nel Blues Bar
con un paio di partite a scacchi in cui l'ho praticamente massacrato ;)
A proposito, visto che so che è uno dei miei lettori più affezionati e che mi starà leggendo, lo ringrazio per la visita e lo invito ad allenarsi per prossime partite che spero siano da ora in avanti più ravvicinate nel tempo;)
A parte la visita di Davide e gli allenamenti per la prova di ieri, non ho fatto molto altro durante il
mese di aprile. Anche perché, come sempre, si è trattato di un periodo di lavoro intenso. Però, come
sempre mi godo le piccole cose come, ad esempio, qualche partita di Champions League o di Liga
vista in compagnia di qualche amico e con un paio di birre (a testa;) davanti.
È, in questo senso, il meglio sta per arrivare perché proprio domani cominciano le due avvincenti semifinali di quella che era la Coppa dei Campioni. Nel sorteggio al Madrid è toccato un durissimo derby contro l'Atletico Madrid mentre nell'altra semifinale la Juventus non dovrebbe avere problemi ad eliminare il Monaco ed a piazzarsi in tal modo nella finale di Cardiff.
Spero di sbagliarmi, ma credo che questo sia l'anno dell'Atletico, ma ormai staremo a vedere perché tutte le sorprese sono possibili. Nei quarti per esempio, poche persone avrebbero previsto che la Juve eliminasse così facilmente il Barca. Un po' meno sorprendente è stata, invece, l'eliminazione del Bayern da parte del Real Madrid in uno scontro vibrante e combattutissimo. Le due partite d'andata, tra l'altro, le ho viste a casa con Davide mentre sorseggiavamo dell'ottimo vino canario e mangiavamo papaya. E dopo la partita del Madrid siamo anche andati a bere un Arehucas cola e a mangiare una arepa sul lungomare di Santa Cruz.
È che sia chiaro che entrambe le cose, le abbiamo fatte solo perché il mio amico turista non le aveva ancora provate... così come il giorno dopo, quando prima di accompagnarlo all'aeroporto sud, ci siamo fatti una bella mangiata di pesce ;)
Anche per quanto riguarda la Liga, la situazione è alquanto appassionante, soprattutto dopo la vittoria
del Barca a Madrid nel Clásico di domenica scorsa. Ora, a sole tre giornate dalla fine del campionato,
le due squadre sono a pari punti, però sono convinto che il mio Madrid la spunterà anche perché ha
una partita in più da giocare.
E anche nel caso della Liga, le partite sono semplicemente un pretesto per riunirsi con gli amici. Non si tratta di una cosa seria, come lo sono, invece, le partite del Tenerife! ;)
Quando mancano sei giornate alla fine del campionato regolare, il Tete è quinto in classifica e si spera
che almeno sia in grado di mantenere questa posizione per potere così prendere parte ai playoff per
salire in prima divisione. Come vi avevo accennato nel blog precedente, ho sottoscritto un
abbonamento per lo stadio Heliodoro Rodríguez López e domenica mattina sarò nuovamente in curva
ad appoggiare la mia squadra locale.
Nel prossimo blog, spero di potervi dare buone notizie anche in questo senso.
A questo punto del blog, quelli di voi che mi leggono abitualmente staranno notando la mancanza di un paio di cose. Ebbene sì, anche in questo mese di aprile sono riuscito ad andare ad un concerto! ;)
Il primo giovedì del mese, sono, infatti, andato a bere una birra con alcuni amici presso il Museo de la Naturaleza y el Hombre a dieci minuti scarsi a piedi da casa dove tutti i giovedì di aprile e maggio si tiene il Natura Jazz, un festival di concerti e fotografia del mondo della natura giunto ormai alla sua quarta edizione. Si tratta di un'ottima occasione per ascoltare dell'ottimo jazz dal vivo e gratis in uno dei bei cortili del museo mentre su un maxi schermo si possono vedere delle fantastiche foto realizzate da fotografi locali. Nel mese di aprile ci sono andato solo una volta, ma conto di ripetere l'esperienza almeno una volta in questo mese che è appena cominciato.
Non a caso poco più in alto, scrivevo un paio di cose. La seconda è il cinema, quello del TEA e
quello di casa ;) Come al solito, ho fatto la mia solita puntatina al Cinema/Museo dove, ahimé, ho
visto un film che né mi é piaciuto né ho capito... Pertanto, se qualcuno di voi avesse visto e
soprattutto capito ed apprezzato un film francese dal titolo Evolution che si faccia sentire ;)
A casa, invece, ho visto, tra gli altri, Truman, film MERAVIGLIOSO e commovente protagonizzato dal solito grande Riccardo Darín.
Un abbraccio a tutti e buona visione! (Fatemi caso... non ve ne pentirete)
Nico
Viaje por Italia (4) por A. de Azcárraga
De: "Viaje por Italia" por A. De Azcárraga. 1964
(...) A la mañana siguiente de mi llegada recorrí algunas calles, entre ellas la de Tornabuoni, que es
la de más bellos palacios y lujosos comercios, para ir después a la plaza del Duomo, en cuyo centro
se alzan, como en Pisa, pero aquí un tanto ahogados por la edificación urbana, el Baptisterio, el
Campanil y el Duomo, que es como en Italia denominan siempre a las catedrales.
Dante llamo al Baptisterio il bel san Giovanni, porque está dedicado a San Juan y porque en verdad es muy bello. Es un
edificio octogonal, revestido de mármol blanco y verde, dicromismo típico del románico florentino, y con tres portales de
bronce.
El segundo en antigüedad fue objeto del famoso concurso en el que Ghiberti venció en competencia
con Brunelleschi y Della Quercia; pero el más notable es el tercero, obra igualmente de Ghiberti al
que Miguel Angel juzgó digno de ser la puerta del Paraíso, causa de que se le designe con tal
nombre.
Ante él hay siempre congregados, a cualquier hora del día buen numero de admiradores.
Sin duda lo merece la fina y vigorosa perfección de sus relieves; pero a mi, si he de ser sincero, esta puerta del Paraíso me defraudó un poco.
Es más obra de orfebre que de escultor, con recursos de perspectiva más propicios del arte pictórico
que del relieve en bronce. Y cada arte tiene sus límites y medios expresivos propios, y el confundirlos
o traspasarlos no comporta muy buenos resultados. De añadidura, estos relieves han sido dorados
recientemente un brillo flamante que no les favorece.
El interior del Baptisterio, muy proporcionado y con mosaicos en la cúpula, es de una grata y religiosa intimidad, con la que no armoniza bien un ostensible puesto de venta de postales. Y, dicho sea de paso, recordaré que en todas las iglesias de Italia hay carteles prohibiendo la entrada a señoras y caballeros con trajes inadecuados, aunque la efectividad de esas prohibiciones no sea muy rigurosa.
A un lado del altar contemplé la patética Magdalena de Donatello y al otro lado vi, con sorpresa, la
tumba de Juan XXIII. Pero en seguida sospeché que no podía tratarse del buen pontifice recientemen-
te fallecido; el estilo del mausoleo no era actual, sino renacentista. Tenía que ser, pues, la tumba del
antipapa que usó igual nombre. Este Juan XXIII, con Gregorio XII y nuestro Pedro de Luna, en
coexistencia de guerra fría, formaron la trinidad papal del Cisma de Oriente.
Me dirigí luego al Duomo o catedral de Santa Maria dei Fiore, esto es, „del Flor", porque éste sustanti-
vo es masculino en italiano, lo que debe constituir grave contrariedad para los poetas.
Lo que no sé es que si la flor de Santa Maria será el lirio, que es la que campea sobre el escudo de Firenze, nombre derivado del latin Florentia, lugar de flores, por lo que el nombre que los españoles damos a esta ciudad se ajusta más que ningún otro al suyo originario.
Los mármoles blancos, verdes y rosa que revisten el exterior de la catedral forman un policromo di-
bujo del más curioso efecto. Es como un trabajo de marquetería en piedra, con algo también de
orfebrería. Los florentinos sobresalieron siempre como ebanistas y, antes que escultores o pintores,
fueron notabilísimos lapidarios y orfebres. Por salir de sus talleres casi todos los artistas del Primer
Renacimiento, se llamó a la orfebrería „Escuela del Arte del siglo XV".
Y los florentinos de hoy hacen honor a la tradición; los escaparates de las joyerías y platerías de Florencia cautivan la mirada como vitrinas de museos.
La catedral esta coronada por la archifamosa cúpula de Brunelleschi, con la que el Renacimiento triunfo sobre la flecha gótica. Fue una suerte que el Brunelleschi escultor perdiera el concurso de las puertas del Batispterio, porque esa derrota le convirtió en el arquitecto más revolucionario y genial de su siglo. En la historia del arte, la erección de esa cúpula marca una fecha fundamental.
El interior de la catedral, vasto, de piedra de un solo color, se halla a medio camino entre lo sobrio y lo frío. La frialdad viene dada, según creo, por su escasa ornamentación, por su falta de retablos e imaágenes. En los muros hay algunos bustos, pero de personajes profanos: Brunelleschi, Giotto, Ficino...Lo cierto es que no conmueve.
Pero todo cambia cuando uno tiene ante los ojos una Piedad que Miguel Angel hizo a los noventa años
y que dejó inacabada. Basta esa obra para que el ambiente adquiera tensión, religiosa o del caracter
que ustedes quieran. ¡Qué fuerza reprimida en aquel bloque de mármol que el artista, deliberadamente,
no terminó de cincelar!
Me restaba, de mi programa en la plaza, subir al famoso campanil de Giotto, erigido según los planos
de este artista, aunque después de su muerte.
Cuando Carlos V lo vió, dijo que los florentinos debían guardarlo en un estuche y no enseñarlo más que una vez al año. Y tenía razón, sobre todo en lo del estuche, pues esta torre es una filigrana, una gótica taracea de marfil ampliada en mármol. Una gran ampliación, pues tiene la laltura aproximada de la Giralda, y por ello consideré prudente tomar una copa antes de subir.
Pedí, en un bar cercano, un vaso de Chianti. En mi honor –pura casualidad en verdad-- descorcharon
una botella, uno de esos graciosos y panzudos frascos revestido de paja. En ellos el vino, supongo que
para su mejor conservación, esta cubierto por una pequeña capa de aceite, que el camarero eliminó
introduciendo por el cuello de la botella un esparto liado a un palito, al que después hizo girar entre
las palmas de sus manos. Cuando pedí mi segunda copa, el camarero sonrió: --Buono, eh?--
Era en efecto, molto buono; el Chianti recuerda vagamente al champán, pero con un sabor más fuerte y sin su acidez. Reconfortado, me preparé a subir los cuatrocientos escalones de la torre.
Me detuvo el triste espectáculo de una paloma moribunda que se debatía en el suelo, en el pequeño y breve callejón que forman, en su proximidad, el Duomo y la torre. Un barrendero de pulcro uniforme, que empujaba un gran cubo de latón sobre ruedas, esperaba pacientemente el final de la pobre avecilla.
Al observar mi mirada, el hombre se creyó obligado a darme explicaciones. La paloma estaba atacada de parálisis; morían muchas por lo mismo. No era una peste como yo aventuraba, sino una mortal indigestión. Comían demasiado. Sobre todo, el pan mojado que las viejas se empeñaban en darles y que para estas aves resultaba un veneno.
(...)Me despedí y entré en la torre, cuya subida es por rampas, como en la Giralda; pero no dispuestas
alrededor del eje, sino alternadas en series a un lado y otro. Solución que, al dejar libre el centro de la
torre, permite ver el cielo a través de ella, lo que aumenta su grácil ligereza. Desde la cima, adonde
llegué sin novedad, disfruté largo rato el magnífico panorama urbano, iluminado por una delicada luz
rosada. Sobre los tejados destacaban la impetuosa torre de Arnolfo, la esbelta torre de la Abadía y el
pródigo de vigor y belleza que es la cúpula del Duomo. Comprendí entonces que Miguel Angel,
encarándose con esta cúpula cuando proyectaba la de San Pedro dijera:
Io farò la tua sorella,
più grande si,
ma non più bella.
Luego de bajar, entré en uno de los lujosos establecimientos abiertos en la plaza por las dos firmas de pastelería más importantes de Italia, las casas Alemagna y Motta, las del panettone, cuya propaganda en todo el país es abrumadora.
Tomé un café, inmejorable como siempre, y al ir a pagar a la Caja –en Italia no se paga nunca en el mostrador --, la cajera me dijo que había pasado unas vacaciones en España. España era encantadora, los españoles molto gentili; pero el café –y ponía una carita de pena y excusa-- era cattivo. No quiero pensar lo que hubiera dicho del café, la pobre, de haber pasado sus vacaciones en Inglaterra o Francia.
Andando luego al acaso fui a parar a la plaza de la Señoría, la plaza de mas severa y proporcionada
elegancia que haya visto jamas. Como oí decir más tarde a un turista que parecía persona inteligente
y sensible, si hubiera que definir a Italia por una ciudad, habría que definirla por Florencia, y si a
Florencia habría que definirla por un rincón urbano, habría que señalar su plaza de la Señoría.
Una plaza que, aparte de sus asombrosos edificios, se halla poblada de estatuas que son obras maestras.
El edificio que la domina, el Palacio Viejo o de la Señoría, es el más recio y solemne palacio consistorial del Medioevo italiano. Sus sillares sin desbastar le dan una austera grandeza; la prismática esbeltez de su torre de Arnolfo, de casi cien metros de altura y que gravita en parte sobre el saliente matacán, le añade una atrevida elegancia. Flanquean la escalinata de su fachada dos estatuas gigantescas, una de ellas fiel reproducción del avid de Miguel Angel, cuya fisonomía muestra una viril y fascinante belleza, y sus manos y pies, muy grandes, la desproporción característica de la adolescencia.
(...)Los florentinos glorificaban a David cada vez que intentaban desembararse de los Medicis e
igualmente a Bruto, del que Miguel Angel labró también la vigorosa testa que después admiraría
en el Museo Barguello.
Con su David, Miguel Angel fue doblemente original. No le representó vencedor, con la cabeza del
gigante como trofeo, sino en el momento en que se prepara, altivo y desdeñoso, a lanzar su honda.
Y, paradójicamente, le dió la talla colosal de su enemigo. El pueblo, en otros tiempo, llamaba a la
estatua „el gigante de Florencia".
Más próximas a la puerta del palacio hay otras dos estatuas menores, con unos ridículos pámpanos de bronce superpuestos al mármol; agregado extravagante que seguramente fue idea de algún tartufo sucesor de los apedreadores. Son estatuas de una lamentable mediocridad y no se perdería nada si las quitaran de allí. De toda la plaza es lo único que desentona.
El gran zaguán o su portal de tres arcos llamado loggia de los Lanzi, antiguo foro de la Repubblica fiorentina, alberga hoy media docena de hermosas esculturas. Una de ellas, el Perseo, obra maestra de Benvenuto Cellini, el artista cuyas famosas memorias son un modelo de prosa narrativa y de desverguenza. Cellini fue un tipo de un desparpajo y un impudor notables.
Lo mismo aireó sus actividades artísticas que su escabrosa vida sentimental y delictiva.
Fanfarroneaba de haber cometido varios homicidios, sin perjuicio de declararse creyente a pies
juntillas y, de paso, asegurar que el papa era ateo...
"Los hombres del mérito de Cellini –decia, benévolo, Paulo IV-- no pueden someterse a las leyes
ordinarias".
También Cosimo el Viejo, que tiene su estatua en esta plaza, al enterarse de que Fray Filippo Lippi, pintor de su palacio se descolgaba todas las noches por una ventana para ir a visitar una cierta ragazza, dijo a sus domésticos: „Dejadle abierta la puerta: los hombres de genio son esencias celestes y no se les puede mantener prisioneros".
(Resúmen libre a cargo de la Redacción del Blog...seguirá)